La Costa Brava ha sido testigo de una celebración muy especial. Más de un millar de furgonetas Volkswagen se congregaron en San Pere Pescador durante la 21ª edición de la FurgoVolkswagen, rindiendo homenaje a los 75 años del mítico T1, conocido popularmente como «Bulli». Este encuentro anual ha demostrado una vez más que ciertos vehículos van más allá de su función de transporte para convertirse en auténticos símbolos culturales.
La concentración, celebrada en el camping La Ballena Alegre, reunió a entusiastas de todas las generaciones de la gama T de Volkswagen. Desde los modelos más veteranos hasta las versiones más modernas, cada furgoneta portaba consigo historias únicas de aventura, libertad y recuerdos familiares.

Historias que inspiran
Bajo el lema «Desde 1950 haciendo historias«, los asistentes compartieron relatos fascinantes que ilustran el impacto emocional de estos vehículos. Arnau Guerrero exhibió con orgullo su T1 de 1955, una antigua ambulancia de Pontevedra que restauró meticulosamente. Marc Nieves conserva la furgoneta que su abuelo, carpintero y emigrante en Alemania, adquirió en los años 60 para viajar con sus seis hijos, y que actualmente rueda con la cuarta generación de la familia.
Las historias de adaptación moderna también estuvieron presentes. Rafael Giraldo ha transformado su furgoneta en una oficina móvil para su trabajo como nómada digital, mientras que Pere Moyano la utiliza como consulta de nutrición itinerante. Wendy y Biel viajaron desde Mallorca con la única T1 del raro modelo Amescador que existe en España, importada desde Holanda.

Del símbolo hippie al fenómeno cultural
El Volkswagen T1 nació en 1950 con un diseño sencillo y versátil que rápidamente se popularizó. Sin embargo, fue durante los años 60 cuando adquirió su identidad más reconocible, convirtiéndose en emblema del movimiento hippie y los ideales de paz y amor. La icónica imagen de Woodstock en 1969, donde un Bulli decorado con motivos psicodélicos sirvió de escenario a dos miembros del grupo Light, inmortalizó para siempre la asociación entre este vehículo y la libertad.
Albert García, director general de Volkswagen Vehículos Comerciales, destacó que el evento trasciende una simple concentración de vehículos: «Es una celebración de vida, de libertad y de historias compartidas que demuestra que el Bulli y sus sucesores son un auténtico fenómeno cultural«.

Actividades para toda la familia
La FurgoVolkswagen no se limitó a la exhibición de vehículos. Los asistentes disfrutaron de diversas actividades, incluyendo un Show Cooking para aprender recetas saludables en una California Beach Camper, sesiones de Trail Running y el Surf Challenge, donde los participantes pusieron a prueba su equilibrio en una tabla de surf mecánica.
Los talleres para niños, el concurso de disfraces, la foto familiar con todas las unidades de la Gama T y la tradicional barbacoa completaron un programa diseñado para todas las edades. El domingo, el desfile de furgonetas clásicas por L’Escala puso el broche final a un fin de semana memorable.

Un legado que continúa
La iniciativa de este encuentro surgió de los propios aficionados hace más de 20 años, cuando en 2004 un grupo de propietarios decidió reunirse espontáneamente en Sant Pere Pescador. Desde entonces, el evento ha crecido hasta convertirse en una cita de dimensión internacional que atrae a entusiastas de toda Europa.
Actualmente, el legado del Bulli continúa evolucionando con modelos como el ID. Buzz, que reinterpreta el espíritu original desde una perspectiva sostenible y 100% eléctrica, manteniendo viva la esencia de libertad y aventura que caracteriza a esta saga automovilística.
